Salomón señaló que hay un “tiempo de nacer”, lo que en el hombre suele ocurrir a los doscientos ochenta días de la concepción. (Ec 3:2.) Aunque el día en que un bebé nace por lo general es un día de gran regocijo para los padres, según el sabio rey Salomón, el día de la muerte es aún mejor que el día del nacimiento, siempre que respalde a la persona una vida llena de logros y un buen nombre ante Dios. (Lu 1:57, 58; Ec 7:1.).
Desde tiempos antiguos las comadronas han asistido en el alumbramiento. Para ayudar a la madre, así como a la matrona, se han utilizado ciertas sillas parteras. Es posible que se tratara de dos piedras grandes o ladrillos sobre las que la madre se ponía en cuclillas durante el alumbramiento.
La palabra hebrea que se traduce “asiento para partos” en el libro de Éxodo (ʼov·ná·yim) está relacionada con el término hebreo para “piedra”, y solo aparece una vez más en la Biblia, en Jeremías 18:3, donde se traduce “ruedas del alfarero”. Los antiguos jeroglíficos confirman que tales sillas parteras se empleaban en Egipto.
Hipócrates siglo V a. C recomienda el sillón obstétrico griego para parir. Existe un vaso en el Museo de Atenas donde se dibuja un parto en silla. También existe un bajorrelieve en el Museo de Cesirola. Chipre, que se ve una mujer pariendo en un sillón.
Alfonso X (1221-1284) de Castilla. Escribió “Las Cantigas de Santa María” es un conjunto de canciones líricas, escritas en galaico-portugués y acompañadas de notación musical y unas vistosísimas ilustraciones que se hallan entre lo mejor de la pintura de su tiempo. El Códice LXXXIX de las Cantigas de Alfonso X. se encuentra en la biblioteca de El Escorial, y en él descubrimos un parto con silla.
Tener una silla partera era todo un lujo que solo se podían permitir las clases dominantes o más pudientes. Históricamente, las sillas de parturición o parto apoyaban a la madre durante el trabajo de alumbramiento, algunas, sus apoyabrazos se podían mover para la comodidad de la madre. El asiento estaba configurado para permitir el acceso durante el nacimiento y proporcionar una ruta clara para que el bebé emerja.