EL DIABLO PARA LOS CATÓLICOS EN EL s. XXI

La forma en que se entiende el diablo en el siglo XXI ha evolucionado, y muchos católicos lo ven como una fuerza espiritual real y como una metáfora de las fuerzas del mal en el mundo.

Creer en el diablo es dogma de fe en el catolicismo, es decir, es una verdad que se apoya en la autoridad de Dios y que forma parte de la Revelación cristiana. La Iglesia enseña que el diablo es un ángel caído que se rebeló contra Dios y que fue expulsado del cielo junto con sus seguidores, los demonios.

El dogma de fe se refiere a verdades fundamentales que los católicos deben creer para ser considerados miembros de la Iglesia Católica. Dice el Concilio Lateranense IV: «Creemos firmemente y confesamos sinceramente que (…) el diablo y demás demonios fueron creados por Dios, buenos, más ellos, por sí mismos, se hicieron malos» «Por lo tanto, no se puede negar la existencia real de un ser creado por Dios».

En el siglo XXI, el diablo sigue actuando en el mundo, aunque muchos lo nieguen o lo ignoren. El diablo no es una fábula, un mito o un mero símbolo, sino una realidad espiritual que debemos conocer.

En la doctrina católica, el diablo es considerado un ser real y personal, una criatura espiritual caída que se opone a Dios y al bien. Los católicos creen que el diablo, también conocido como Satanás, es un ser malvado y astuto que busca la perdición de las almas humanas y la destrucción del bien.

En cuanto a si la creencia en el diablo es un dogma de fe en el catolicismo, la respuesta es sí y no. La existencia del diablo no es un dogma de fe per se, ya que no es una verdad fundamental que deba ser creída por todos los católicos. Sin embargo, la existencia del diablo es una verdad revelada por Dios y enseñada por la Iglesia Católica, por lo que es considerada una verdad de fe que se espera que los católicos acepten y crean.

Creer en la existencia del diablo es uno de los dogmas de fe que enseña la Iglesia Católica. La existencia del ángel diábolos (el que divide, el calumniador) forma parte de las verdades de fe que la Iglesia enseña. En el siglo VI, el concilio de Braga condenó a quienes se negaban a creer en los demonios como ángeles caídos.

Referente a cómo se interpreta el diablo en el siglo XXI, la creencia en el diablo sigue siendo un elemento importante en la teología católica, aunque la forma en que se entiende y se presenta ha evolucionado con el tiempo. En la actualidad, muchos católicos ven al diablo como una fuerza espiritual real, pero también como una metáfora de las fuerzas del mal en el mundo, como la injusticia, la violencia y la opresión. Además, algunos teólogos católicos han cuestionado la idea tradicional del diablo como un ser personal y han explorado enfoques más simbólicos y metafóricos para comprender el mal y la lucha entre el bien y el mal.

FUENTELA CUERDA, libro de Eduardo Arboleda