Aunque muchos consideraron a Titor como un fraude o un bromista, sus mensajes intrigaron a un pequeño grupo de seguidores que creían en su historia. Y fue precisamente a este grupo de seguidores a quienes Titor les pidió ayuda para completar su misión.
En su mensaje en línea, Titor explicaba que necesitaba encontrar un IBM 5100 que funcionara correctamente, lo que no sería fácil debido a que este ordenador era muy antiguo y difícil de hallar en buen estado. Además, Titor señalaba que necesitaba un lugar seguro donde poder trabajar en el ordenador y preparar su viaje de regreso al futuro.
Fue entonces cuando uno de los seguidores de Titor, que vivía en Cádiz, decidió ofrecer su ayuda. Este seguidor, llamado Juan Antonio, se ofreció a ayudar a Titor a encontrar un IBM 5100, sabía de la existencia de uno en la ciudad y también a proporcionarle un lugar seguro para trabajar en él.
Después de varios intercambios de mensajes en línea, Titor y Juan Antonio se conocieron en persona en un café del centro de Cádiz. Titor explicó su misión en detalle y le mostró a Juan Antonio algunos documentos y objetos que supuestamente provenían del futuro, como una moneda de plata con el sello de la NASA más un manual de usuario para el ordenador IBM 5100.
Juan Antonio, que era ingeniero informático en un astillero, se mostró fascinado por la historia de Titor y decidió ayudarlo en su misión.
Encontraron un IBM 5100 en una tienda que Juan Antonio frecuentaba cerca de la zona del Estadio. El ordenador estaba en buen estado y funcionaba correctamente, lo que fue una gran alegría para Titor, quien afirmó que este era un paso importante para completar su misión.

Juan Antonio ofreció su piso como lugar seguro para trabajar en el ordenador, y Titor aceptó agradecido. Durante los siguientes días, Titor trabajó en el IBM 5100 en el apartamento de Juan Antonio, mientras este le ayudaba en todo lo que podía. Titor explicaba que había viajado en el tiempo para evitar una guerra civil en los Estados Unidos, que se desencadenaría, y que su misión era recopilar información y recursos para ayudar a evitar esta guerra en el futuro inmediato.
Titor también compartió con Juan Antonio algunos detalles sobre el futuro, como la existencia de un nuevo sistema político y económico basado en la descentralización y la democracia directa, así como la aparición de nuevas tecnologías revolucionarias, como la energía de fusión y los viajes interplanetarios.
Antes de partir, Titor se reunió con Juan Antonio para despedirse y agradecerle su ayuda. Le entregó un pequeño dispositivo electrónico que, según él, era un regalo del futuro y tenía la capacidad de realizar diversas funciones útiles. También le dejó una nota con algunos consejos para el futuro y una dirección de correo electrónico donde poder contactarlo en caso de necesidad.
Aunque la historia de John Titor sigue siendo objeto de controversia y escepticismo, su paso por la ciudad de Cádiz dejó una huella indeleble en la memoria de quienes lo conocieron. Para algunos, fue un fraude o una broma elaborada; para otros, fue un misterioso viajero del futuro que proporcionó una serie de preguntas sin respuesta.

FUENTE: Tomado del libro «LA CUERDA, historias de un impostor»