LA SOCIEDAD SECRETA “LOS HERMANOS DE HELIÓPOLIS” Y LA IDENTIDAD DE FULCANELLI

A veces, y solo a veces, el valor de las cosas no se mide por su belleza o por su precio. ¿Cómo se mide el valor de las cosas? Por lo feliz que nos hacen; por su importancia emocional; por el amor que sentimos hacía el objeto, la persona o el momento. Ahora a la gente se le olvidan todas las cosas, de modo que nadie sabe quién es de verdad.
Jerez de la Frontera, es un lugar de secretos, que ha visto desmesuradamente y escondido demasiado para estar en paz consigo mismo. En el bar Hontoria, de la ciudad jerezana, estoy citado a tomar contacto con un miembro de la sociedad secreta “Los Hermanos de Heliópolis”, de la cual se sabe poco, y más bien nada (dejaría de ser secreta). Las personas muy reservadas de las sociedades secretas me ponen nervioso, me producen un sentimiento desagradable de desventaja. El que yo frecuente este bar, no es extraño. Me gusta. En él, la coincidencia es un concepto que me resulta difícil de aceptar.

Se sabe que gran parte de la literatura teológica del antiguo Egipto proviene de los sacerdotes de Heliópolis. La máxima influencia de los mismos se produjo durante el reinado del faraón Ramsés II, cuando se calcula que alrededor de 13.000 personas cumplían funciones en el templo de la ciudad.
Los cananeos, mal llamados fenicios, trajeron a Andalucía, los conocimientos de Babilonia, Egipto y otros pueblos, que se han recogido, guardado y transmitido a través de los años en las Sociedades herméticas, manteniéndolos ajenos a la contaminación de los pecados capitales de los humanos, y de las ansias de poder material de la Iglesia y de su mazmorra de ambición.
Hay dos tipos de lecturas, la literal y la hermética. En el instante  que perdemos la mirada, nuestra mirada es llanamente opaca. Cuando se hizo en 1929 la gran Exposición Universal de Sevilla, varios masones participaron en el diseño de la misma. El barrio nuevo que se construyó para albergar los edificios de la exposición recibió el nombre de Heliópolis, “la ciudad del sol”, nombre extraño y ajeno por completo a Sevilla (Heliópolis, era la denominación masónica de Granada).

Para la Sociedad secreta “Los Hermanos de Heliópolis”, parece ser que “El misterio de las catedrales”, escrito en 1922 y publicado en París en 1926, y “Las moradas filosofales” publicada en París en 1930, bajo el seudónimo de Fulcanelli, es obra de Carlos de Borbón-Dos Sicilias (1870-1949).
¿Qué hay de mito, qué hay de realidad? Estoy obligado, bajo palabra, a guardar la confidencia, secreto y misterio.