La fe es un principio de acción y de poder. Cuando nos esforzamos por alcanzar una meta digna, estamos ejerciendo la fe, porque demostramos nuestra esperanza en algo que aún no podemos ver.
Entre los factores que intervienen en la fe, aparecen la moral, la razón y los sentimientos. Se habla de fuerza moral cuando la fe es impulsada por el miedo a un castigo divino o por la ambición de alcanzar un cierto premio. La fuerza racional, en cambio, se nutre de preceptos que se mezclan con pruebas de tiempos pasados. Por último, la fuerza sentimental o emocional aparece cuando la fe tiene su punto de partida en un anhelo y contribuye a mejorar la autoestima del sujeto.
La palabra fe deriva del término latino fides y permite nombrar a aquello en lo que cree una persona o una comunidad. También hace referencia a una sensación de certeza y al concepto positivo que se tiene de un individuo o de alguna cosa.
La fe es la seguridad o confianza en una persona, cosa, deidad, opinión, doctrinas o enseñanzas de una religión. También puede definirse como la creencia que no está sustentada en pruebas, además de la seguridad, producto en algún grado de una promesa. Por lo general, se constituye como la base o el sustento de las religiones, ya que los fieles confían en las normas que les son suministradas por las autoridades religiosas.
La realidad es que la idea de trascendencia en Jerez de la Frontera, suma bienestar y también, fortaleza. La fe tiene una influencia directa en la persona nacida en Jerez, en su modo de vivir. Por ejemplo, aquellas personas que tienen unas profundas creencias religiosas cuentan con un soporte añadido emocional, a la hora de hacer frente a una enfermedad o a la muerte.
El “don” de los jerezanos es su fe, Es un regalo con el que se nace o se carece de él. No se compra por Internet o en una Gran superficie comercial, tampoco se hereda.