PSICÓPATAS, UNA ENCARNACIÓN DEL MAL

Digámoslo de este modo o manera, ellos pueden ser nuestro padre, nuestra madre, nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestro jefe. Si tienes un psicópata en tu vida, en tu entorno, en tu familia, en tu trabajo, etc., no te detengas, corre, sal por patas. ¡Huye! ¡Aléjate!

Los psicópatas no son enfermos, saben que lo que hacen está mal, destruyen a las personas a su alrededor, avanzan sin miedo, sin rencor, sin empatía y sin emociones.
El Mal, como tal, existe. Negarlo es una soberana necedad. El repetido decir que el ser humano es bueno por naturaleza, es totalmente falso. La llamada batalla cósmica o lucha entre el bien y el mal, es muy real.

No tiene explicación razonable, la gente mala existe, a sabiendas, los psicópatas son personas malvadas. El psicópata se las arregla para aparecer socialmente como víctima. Los psicópatas tienen una ventaja haciéndose pasar por la víctima de su víctima. Los psicópatas simulan lo que no tienen, aman, lloran, etc.
Sencillamente, de un psicópata no se puede sacar nada. No hay nada bueno que se pueda esperar de una relación con un psicópata. No hay solución a la psicopatía. Si no los identificamos a tiempo estamos destinados a ser irremediablemente sus víctimas.

Están ocultos detrás de una máscara de sociabilidad, de aceptación. En muchas ocasiones ostentan una imagen pública intachable, pueden tener cargos y posiciones bastantes notorias en la sociedad que les hace pasar más desapercibidos.
Son conscientes que pueden manipular a cualquiera, saben que no tienen empatía, no dejan de sorprenderse de lo fácil que es destruir a los demás de su entorno laboral o familiar.

La palabra psicópata se asocia a película negra, truculenta. Los psicópatas no son el conocido Aníbal del Silencio de los Corderos y colegas de la misma hornada. Un psicópata no tiene cara de malvado, una imagen negativa.
La idea de la psicopatía está más relacionada a lo masculino por esos las psicópatas femeninas, al estar más encubiertas, pasan desapercibidas. Hablar de la madre psicópata es un tabú. Es difícil reconocer por las víctimas que sus madres les han hecho daño por ser tabú la maternidad.

Todo nos deja claro que la psicopatía es una condición sin reversión. La psicopatía no se hereda, no tiene componentes genéticos.