Una Zambomba es un corro de gente, alrededor de la candela donde todos participan cantando villancicos, y donde no puede faltar una zambomba, porque por ese motivo las zambombas de Jerez se llaman así.
Las zambombas comenzaron en los patios comunes de las casas de vecinos, alrededor de un fuego o copa, se compartían dulces caseros propios de fecha, como pestiños y roscos, se cantaban villancicos populares, se bebían licores y se hacía sonar la zambomba, más el peculiar rascar de una botella.
Se le puede agregar panderetas y la botella de anís para hacer son, y no pueden faltar los vinos de la tierra y el anís, los típicos dulces de navidad.
La zambomba jerezana, a diferencia de otras zambombas o zambombás, es una manifestación de fe en la celebración del niño Dios y convivencia que comienza en patios de vecinos de Jerez, allá a finales del siglo XVIII, donde todos participaban sin ánimo de lucro.
En los patios de las casas se reunían familiares y vecinos, que en medida de sus posibilidades aportaban lo que tenían, y entre olor de la matalahúva, la botellita de anís y la alegría de compartir, se armaba la juerga. Los mayores aportaban esa manera de cantar los villancicos que tiene Jerez, que no es mejor ni peor que en otros lugares, pero eso sí, su forma es única.
Actualmente, las zambombas están en las calles, las plazas y en todos los bares durante los días navideños.
Con las palmas, un grupo de buenos amigos y ganas de cantar villancicos de la tierra, se puede montar una zambomba en cualquier sitio, en cualquier esquina…. Esa es la zambomba de Jerez…el “JEREZ ETERNO”.
La vida es efímera, mucho, y los mejores momentos son los que se viven en buena compañía, sea alrededor de un café, un paseo, un viaje… o, como en este caso, una zambomba. Son muchos los que critican la manera de sentir y vivir de los andaluces. Yo creo que es pura envidia, porque no se puede saborear la vida más ni mejor.
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