Elijah Bond era un veterano de la Guerra de Secesión, donde luchó con los confederados. Había nacido en 1847 en Maryland, era masón, y el 28 de mayo de 1890 presentó la primera patente conocida de lo que pronto sería universalmente conocido como «ouija» (no está claro el origen del nombre; la explicación más extendida, que sería la unión de las formas francesa y alemana de decir «sí»), patente que le fue concedida el 10 de febrero de 1891. Se inscribió como «juguete o juego».
El tablero parlante, se emplea en la arqueología psíquica a modo de instrumento con grandes resultados. El juego de ouija despierta la percepción en los sujetos extrasensoriales, teniendo en cuenta que somos nosotros quienes la movemos. Su efectividad depende de los individuos que realizan la sección. Es divertida si no se cae en la adicción.
En Jerez de la Frontera, algunas personas se reúnen en edificios emblemáticos o característicos para recabar información, obteniendo conclusiones más que interesantes y de gran consideración.