CARTOGRAFIANDO EL MÁS ALLÁ

Debería saber, que desde la más remota antigüedad el ser humano ha conceptualizado territorios de caza, bóvedas celestes, que representó sobre piedras, cuevas, refugios, etc. Cuando navegó recogió mapas de su periplo que guardó con mucho celo. Colón, y muchos otros, no navegaban a lo loco, antes de iniciar sus aventuras recogían experiencias narradas o escritas de otros navegantes, por eso conocía de la existencia de tierras al otro lado de la gran mar.

Si cuando vamos a realizar un viaje, unas vacaciones o cualquier desplazamiento nos procuramos, previamente, de todo un arsenal de información como medida práctica, con mayor razón debemos aplicarnos en el Gran Viaje. Hoy día, a igual de los primeros navegantes del Nuevo Mundo y sus descubrimientos, empezamos a cartografiar espacios desconocidos. Uno de ellos es lo que hay “Después de la Vida”, el llamado “Más Allá”.
La fuerza de las pruebas, llevan a pensar que existe vida después de la vida, sin necesidad de ser creyente religioso, y detrás nos encontramos con una cosmogonía que plantea cómo es el otro lado del que se dice es material y no sutil, aunque menos denso que nuestro plano de existencia.

Lo primero es perder el miedo a la Muerte. Parece ser que es viajar a un universo a través de un “agujero de gusano”, un puente interdimensional con entrada y salida. Esto en la ciencia cuántica ya está admitido, inclusive Albert Einstein lo aceptaba. El Más Allá, es simplemente un universo paralelo.
Hay evidencias que apuntan a la misma dirección, en donde la conciencia es independiente del cuerpo físico. En ese otro lado también están las plantas y los animales, igualmente los habitantes de otros planetas.

Basándonos en los múltiples testimonios, en experiencias vividas cercanas a la muerte, a lo que sumamos la información transmitida por diversos medios y soportes técnicos o mensajes recibidos de personas que han fallecido, todas narran evidencias parecidas con elementos que se repiten: «Primero encontrase la mayoría de ellos, en un paisaje de enorme belleza que trasmite mucha paz y serenidad. Lo segundo que llama la atención es una luminiscencia muy difícil de describir con palabras. El tercer aspecto, es que las personas se funden con un algo, en donde las individuos encuentran su “verdadero hogar”, formando parte de ese algo que no es externo a nosotros, ya que todos configuramos parte de esa luz».

No cabe duda que existe vida después de la vida con varios planos (hay infinitos planos). El conocer su existencia es un trabajo arduo, ya se está en camino levantando su cartografía para poder transitar con conocimiento y “seguridad”.

FUENTE: Miguel P. Gómez, otros.