LA INSÓLITA CALLE BELÉN, BURBUJA DE ESPACIO TIEMPO

Es un pasaje peatonal en donde suceden hechos inexplicables, aquí la realidad supuestamente queda en suspenso, nos encontramos ante una burbuja del tiempo. Presenciamos algo que no tiene explicación ni la más remota lógica. La gente vive cosas que no deberían estar. No encaja en los estudios académicos, ni en cualquier otra cosa.
Una objetividad para quien la experimenta, ve cosas extrañas que nos rodea, es completamente diferente de la «realidad subjetiva» que normalmente nos muestran nuestros sentidos. Tan solo puede explicarse como las consecuencias observables de una burbuja de curvatura del espacio-tiempo: «paseos vertiginosos a través de universos deformados», o de «giros espectrales a través de los golfos líquidos del infinito», o de alucinantes «cualidades geométricas aberrantes del lugar”. «Un árbol… del que no se puede decidir si está en posición vertical o tumbado… la geometría del sitio se encuentra equivocada. No se puede estar seguro de que el cielo o el suelo estén horizontales, por lo que la posición de todo lo demás era fantásticamente variable… Todas las reglas de la materia y la perspectiva parecen perturbadas».
Dentro de la burbuja de esta calle, el tiempo transcurre más lentamente, mientras en el mundo exterior suceden las horas. Los testigos que han vivido esta asombrosa y escabrosa experiencia, solo perciben unos pocos minutos. «Es un viaje hacia delante y luego hacia atrás en el tiempo a lo largo de un camino circular a través del espacio-tiempo».

Posiblemente las personas han notado un efecto de dilación temporal, algo que resulta consistente en la hipótesis de la burbuja espaciotemporal. Se entiende que el universo no puede contemplarse únicamente como si estuviera constituido solo por tres dimensiones, sino que la cuarta dimensión, el tiempo, forma parte integral de las otras tres.
Los sujetos que han sufrido esta descocada vivencia quedan en conmoción, en un estado de agitación extrema y alucinando. En unas condiciones físicas y mentales lamentables. No quieren revivir o contar lo sucedido, temen haber perdido la cordura.

Sigo siendo escéptico respecto a este tema de la calle Belén de Jerez de la Frontera, tan solo certifico: los individuos que he escuchado narrar sus vivencias, para ellos, sí están describiendo un hecho real vivido en primera persona.