Tráiler de «Carne de fieras» («Carne de bestias»): baile desnudo en la jaula del león. Dirigido por Armand Guerra, 1937. Un filme rodado en plena Guerra Civil, con una belleza rubia en tanga, cuatro leones, un domador y un director maldito. El director. Armand Guerra merece una entrada en el Diccionario de directores malditos. La mayoría de sus trabajos se han perdido, y su vida, aunque murió con 53 años, dio para mucho.
Inquieto. Guerra estuvo al frente de proyectos novedosos y, como miembro de la cooperativa Le Cinéma du Peuple, en París realiza la primera parte de la película histórica La commune (1914). Tras vivir en Rusia durante la revolución bolchevique, en Alemania en los años de la República de Weimar y trabajar como productor y guionista, crea en Berlín una productora para hacer películas entre España y Alemania, y trabaja como director de doblaje.
En 1937 consigue sacar a su familia del país y él se vuelca en la causa como propagandista. Armand Guerra fue arrestado en 1938 en Barcelona, luego puesto en libertad tras 124 días de encierro. Consiguió llegar a París a reunirse con su mujer y su hija. Estuvo con ellas 40 días. El 10 de marzo de 1939 cae fulminado por un aneurisma en una calle de París.
El rodaje en tiempo de guerra no fue fácil. Uno de los problemas fue conseguir alimentar a las fieras, pero el asunto se solventó gracias a la ayuda del sindicato único de gastronomía, que proporcionaba alimento a las bestias.
Los rollos de “Carne de fieras” dormitaron en algún lugar hasta que los herederos de Carballo los venden en el rastro de Madrid. En 1991, la Filmoteca de Zaragoza adquiere los fondos de Raúl Tartaj. Y allí estaban los 42 rollos de la película. Tras ser restaurada y reconstruida por Ferrán Alberich y Ana Marquesán. Logró estrenarse, eso sí, 56 años después, en el año 1992.