Un brazo (1 kilo) de ajos valía 1,5 maravedís.
Un brazo (1 kilo) de cebollas valía 1 maravedí.
Una arroba de aceite (16 litros) valía 55 maravedís.
Un pan de una libra valía 2 maravedís.
1 Celemín de garbanzos (4,6 dm³) valía 6 maravedís.
1 Celemín de judías (alubias) valía 7 maravedís.
1 libra (1 lb = 0,4536 kg) de queso de oveja valía 3,5 maravedís.
1 arrelde (4 libras) de cerdo fresco costaba 17 maravedís.
El carbón, además de por cargas, se adquiría por sacos, siendo esto último lo más corriente. El precio nominal de la carga de carbón fluctuó entre 23 y 27 maravedíes, en los años 1449 y 1454.
En aquellos tiempos una peonada, es la extensión que un peón podía trabajar en una jornada. Solían ser unos cuatrocientos metros cuadrados. Un peón cobraba entre 12 y 14 maravedíes.
Los artesanos de la construcción trabajaban de dos formas diferentes, bien a jornal, es decir, recibiendo un salario por cada día de trabajo, o bien a destajo, sistema según el cual se les pagaba una cantidad, estipulada previamente, por una obra completa, sin tener en cuenta el tiempo empleado en realizarla.
El trabajo a jornal era el más usual en la Obra Nueva y, por regla general, los maestros que trabajaban en la Obra Vieja lo hacían a destajo. Los maestros ocupaban el puesto más alto del escalafón dentro del oficio que se tratase y, por tanto, eran los que percibían un sueldo superior. Eran ayudados por otros maestros, de menor categoría por los oficiales, que muchas veces eran sus criados o sus mismos hijos. El último escalón estaba ocupado por los peones que realizaban un trabajo no-cualificado, al contrario de los maestros y oficiales y, muchas veces, trabajan en lo que se les ordenaba, y a fuese para ayudar a los maestros albañiles, carpinteros, herreros…