Soy realista: estoy en el sitio donde quiero estar, haciendo lo que quiero hacer, algo distinto dentro de unas coordenadas o “destino”.
La calle debe su nombre a que el reloj que estaba instalado en la torre vieja de la parroquia de Santa María, situada en la esquina con el Callejón de las Monjas, cuyas pesas, a través de unas poleas exteriores, pendía sobre esta vía.
El número 10, hace esquina con la calle Marqués de Torre Soto, antigua calle Paraíso, un indicativo nombre dentro del esoterismo de Arcos de la Frontera y su pasado oculto (Esta esquina es punto obligado en la ruta esotérica local).
Siguiendo las palabras descriptivas de Manuel Pérez Regordán, a la derecha y conforme se entra hay una escalera que baja a un sótano, hoy sellada. En el sótano existía un ancho poyete y las argollas que denunciaban haber servido de “dormidera” de esclavos. En este sótano también hay un pozo o aljibe.
Según Pérez Regordán, lindaba en tiempos de este cronista por la derecha con casa que perteneció sucesivamente al doctor Velázquez, al arcediano de Reina y a don Joaquín Núñez de Prado y por la espalda con otra que perteneció a don Bernardino Beltrán García, administrador que fue del Duque de Osuna.
A mediados del s XIX era propiedad de don José Janot Guimot y de su esposa doña María Martín de quienes la heredó su hijo don José Ramón Janot Martín, profesor de medicina que la vendió al administrador del Hospital de San Juan de Dios don José Vidal García.
En la parte inferior de la casa existió el Bar Bejarano (1964), que regentaba Antonio Romero Galindo, siendo su especialidad los jamones serranos. Después Luis Mariscal Bueno puso un estanco, cuyo heredero aun lo mantiene en el mismo local, siendo la parte superior del edificio propiedad de mi casera Mercedes A.F..
Del falso pozo en el sótano del edificio, se cuenta (sin confirmar), salía un túnel que comunicaba con el convento que existía al otro lado de la calle y que provenía de la antigua sacristía de Santa María.
De los extraños ruidos, murmullos y olores a flores, especialmente en la zona en donde se supone dormían los esclavos, mejor ni los nombro y paso de puntillas…