No lo ha inventado ningún sevillano gracioso “mi arma” (Mi alma). El jerezano José Luis Jiménez lo tiene muy claro: “Fueron los ingleses en la mitad del siglo XIX. Y le llamaron Sherry cobbler”. Para Jiménez, fue muy popular en la época victoriana entre las clases distinguidas. Contenía una mezcla de agua carbonatada, azúcar, zumo de limón, vino de Jerez (Sherry, en inglés) y hielo picado. Se tomaba con pajita. Con el paso del tiempo, el rebujito se ha convertido en la bebida de referencia de Andalucía, en todas sus ferias.
Cómo se hace el rebujito:
1- Ingredientes: botella de vino manzanilla o fino, refresco de gaseosa (es preferible utilizar alguno con sabor a lima, como Sprite o Seven Up), hielo y hojas de hierbabuena.
2- Mezcla. En una jarra grande de cristal se mezclan los ingredientes: la proporción es de una parte de vino por dos de refresco.
3- Hielo. Añadir una gran cantidad de hielo. Muchas veces, es preferible, poner el hielo al principio en la jarra antes de hacer la mezcla.
4- Hierbabuena. Con las hojas de hierbabuena potenciamos ese sabor dulce y suave.
5- Remover. Removemos bien todos los ingredientes y… ¡listo para probar!
Es muy importante tener en cuenta que el rebujito ha de servirse siempre muy frío.