UNA JEREZANA PARA LA ETERNIDAD

Hasta hace poco tiempo el papel de la mujer no era contemplado ni tan siquiera en la sociedad, pero han sido muchas las que dejan su huella en Jerez de la Frontera, sin meter mucho ruido. La primera visitadora médico de España, es una de ellas; hablamos de Rosario López Rojas.
Desde su atalaya de los noventa tacos de calendario, ha visto mucho, y ve otro tanto. Le tocó de niña la guerra civil española, después padecer la posguerra, más tarde aguantar a los insufribles políticos prometiendo el cambio (el único ha sido el de ellos y sus economías).
Para doña Rosario, su preocupación más grande era sacar una familia adelante, cuando se quedó viuda pronto y sin recursos económicos. Tarea nada fácil. No se vino abajo, tomó la cartera y papeles que tenía en casa de visitador medico, del que fue su marido, y con dos ovarios se plantó en la calle a buscarse los garbanzos.
Doña Rosario López Rojas es una gran señora para la eternidad, un lujo que engrandece a la mujer de Jerez de la Frontera.