Desde la más remota antigüedad los espías saben: «Oyendo hablar a un hombre, fácil es acertar dónde vio la luz del sol; si os alaba Inglaterra, será inglés, si os habla mal de Prusia, es un francés, y si habla mal de España, es español».
Los judíos se han pasado toda su existencia intentando vender que son elegidos por Dios. No se lo creen ni ellos mismos. A los ingleses les ha bastado con suponer que son especiales.
El enemigo natural de los escoceses, irlandeses y españoles son los ingleses.
Los ingleses son un pueblo admirable, han convencido a todo dios que son los buenos de la película, inventaron la Leyenda Negra española y ficharon para ello al Padre De Las Casas. Se salvaron de la Santa Inquisición a golpe de dinero y engordando sotanas, mas espiando hasta a su propia madre. Planearon lo de “viajeros románticos” para espiar y sabotear. En España pusieron especial atención en las fábricas de cerámica a las que les dedicaron innumerables petardos (bombas), como manera de eliminar competencia.
Si queremos estudiar la presencia de los espías en España, solo basta seguir sus huellas en algunos de los nombres (propietarios) de las bodegas jerezanas.
El mundo de los espías en Jerez de la Frontera, es extraño, su temática crea adicción que te lleva a querer saber más. Aquí, si se quiere seguir vivo, el mejor consejo de manual de espía es “se escucha todo y no se ha visto nada de nada”.
Jerez juega en la actualidad un papel importante en el espionaje nacional e internacional, su éxito está en no armar mucho ruido y estar equidistante de los polos de interés.