El rito de la inmersión en Benamahoma, como se contempla en el libro «Bajo la Peña», se expresa la abolición de la historia porque en el agua todo se “disuelve”; toda “forma” se descompone.
En casi todas las religiones y culturas, el agua posee un doble significado: es fuente de vida y medio de purificación, Benamahoma no es una excepción. En su manantial, lugar en donde se da el triunfo del bien sobre el mal (rendición de los moros a los cristianos), la visión del agua como elemento creador de la Vida, nos remite a esa bolsa uterina en la que fuimos gestados. En la Sierra gaditana, las aguas poseen virtud de purificación, de regeneración y de renacimiento.