BACKROOMS INQUIETANTES EN JEREZ DE LA FRONTERA

Jerez de la Frontera es una población con un inmenso patrimonio inmaterial donde suceden muchas cosas. Durante el verano, me encontraba en una de las terrazas de la calle Fernando Viola (bar El camioncito), disfrutando de buena compañía, cuando surgió, espontáneamente, alguien comentando formar parte, aquí en Jerez y en otras poblaciones de Cádiz, de un hilo de sitios inquietantes o perturbadores. En ese momento escuché, por primera vez, la palabreja (anglicismo): “Backrooms”.

De alguna manera, el fenómeno de los Backrooms en la provincia de Cádiz, se ha convertido en una pesadilla colectiva que incide fuertemente en la psique humana y en el inconsciente colectivo local. Son esos horribles sueños que sufren algunos gaditanos llamados Backrooms, o ‘cuartos traseros’. Se trata de pesadillas en la cual las personas se hallan encerradas en algún tipo de habitación totalmente vacía o únicamente iluminada por lámparas de neón amarillentas.

¿De dónde provienen los Backrooms? Hay múltiples teorías desarrolladas por los entusiastas de las historias cortas de terror recogidas y compartidas a través de Internet. Algunos dicen que es una realidad alterna, que se creó durante el Big Bang y coexiste con nuestro universo; otros dicen que se trata de una simulación a la que algunas personas somos llevadas sin saberlo; otra teoría de tintes más religiosos.

De alguna forma, los Backrooms vienen a ser un campo mental que se manifiesta mediante sueños, cuya forma y arquitectura varía de acuerdo con eventos que influyeron en nuestras vidas o forman parte de nuestra personalidad. Son como una zona fronteriza dentro del inconsciente donde se acumulan nuestros principales miedos que nos marcaron para siempre. Se les puede considerar una forma de pesadilla.

De hecho, pues, la «existencia» en la que vivimos genera un inconsciente colectivo, es decir, que además de seres creadores de nuestra realidad, también procreamos el mundo onírico que refleja nuestras emociones, tanto individualmente como sociedad, por eso hay que vibrar en positivo y no en el miedo que nos quieren imponer. Cuanto más bajo vibremos terminaremos en una cárcel, tanto aquí como en el astral, donde la ilusión imaginaria del Backroom nos dirá que no podemos salir.

No tiene explicación razonable, aunque existe una triquiñuela para escapar de un Backroom si te sientes en peligro: “Morder en sueños los contornos de la lengua. Hacer operaciones matemáticas simples mentalmente. Quedarse sentado y contar números primos. Cantar dentro del sueño.  Recitar el mantra OM o cualquier otra palabra sagrada que altere tu campo vibracional físico”.