Digámoslo así, la utilización del color negro en la moda de los jóvenes puede tener un gran impacto en cómo ellos se ven y se sienten acerca de sí mismos y cómo son observados por los demás. El uso excesivo de ropa negra logra ser percibida como una señal de tristeza, depresión o rebeldía, y aleja a los demás. También puede ser utilizado para proyectar una imagen de peligro o misterio de manera negativa.
El negro, color de lo desconocido, de lo que es secreto y escondido, parece representar, en la vestimenta, una barrera defensiva y de frontera entre el propio mundo interior y el ambiente exterior, protegiendo y ocultando las emociones más turbulentas e íntimas, la propia vulnerabilidad e inseguridad, la falta de confianza en sí mismo.
No tiene explicación razonable, el color negro se asocia a la muerte y al sufrimiento, al luto, a la oscuridad de las tinieblas, al terror de lo desconocido, a la magia y al misterio. Si algunos eligen el negro para ocultar o disimular partes de su cuerpo que son difíciles de aceptar, como las redondeces (a mí me encantan en la mujer), otros parecen utilizar el negro para esconder, sin saberlo, partes internas de la propia personalidad o estado de ánimo.
Sencillamente, en la moda, el color negro se utiliza para crear una imagen más de «oscuro» o «gótico», que puede ser atractivo para algunos jóvenes que buscan expresar su individualidad y rebeldía. Esta tendencia se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años, y puede ser vista en ropa, accesorios y maquillaje. Sin embargo, este uso excesivo del color negro puede ser percibido como un intento de llamar la atención de manera negativa y puede alejar a los demás.
De algún modo, el color negro puede tener un impacto negativo si se usa de manera inadecuada. El uso desmesurado de ropa negra puede indicar una tendencia hacia la depresión o la rebeldía. También puede ser percibido como una señal de tristeza o desesperación. ¡Ojo! Influye en el cuerpo energético.
Realmente necesitamos que los jóvenes entiendan cómo utilizar el color negro de manera apropiada para proyectar una imagen positiva de sí mismos. Las “fuerzas del mal” quieren a los jóvenes sumisos, apocados, hechos polvos para que no armen follones. El “negro” abre camino en su manipulación.
El color negro en la vestimenta de la juventud no es aleatorio, no es casual. Fomenta la negación, el «no» incondicional, el rechazo, la renuncia, y expresa siempre un grave malestar existencial, afectivo, adaptativo o relacional.