Setenta años ha estado castigada una campana por haber sido causa directa de la muerte de un monaguillo en el campanario de la Basílica Menor de Santa María de la Asunción de Arcos de la Frontera.
No es la única muerte de un monaguillo en este templo, también falleció otro al caerle encima una enorme lámpara central, aplastándolo literalmente.
Las almas de estos dos seres vagan por el templo, siendo testigos de ello los actuales campaneros que no dejan de asombrarse al escuchar voces indeterminadas mientras están tañendo las singulares y viejas campanas, más a la par sienten inexplicables presencias.
Un comentario en “LA CAMPANA ASESINA DE ARCOS DE LA FRONTERA”