¿CÓMO ES DIOS PARA LOS JEREZANOS?

Nos guste, o no, somos producto de nuestro tiempo y de nuestra cultura, y de algo tan aleatorio como haber nacido en una familia u otra. Si hubiéramos nacido por azar en otro momento de la historia, o en otro lugar, probablemente nuestras creencias serian muy distintas, esto produce vértigo porque significa que hasta nuestras creencias más pequeñas son fruto del azar.
Para Sigmund Freud, Dios no hizo al hombre a su imagen y semejanza, si no es el hombre que hace a Dios a su imagen y semejanza. En esta línea de pensamiento, todos los dioses son una proyección de lo que queremos ser los seres humanos: omnipotentes, poderosos y libres de complejos de culpa que les premien o castiguen.
En Jerez de la Frontera, se trata la idea de Dios, como un concepto que parece que a lo largo de los tiempos no haya variado aunque en la Biblia queda bien reflejada su evolución. Si nos fijamos en su primera parte es el mismo Dios quien ejerce el bien y el mal, el que arma la marimorena con su Diluvio Universal, o el que fulmina y deja tieso al que ose tocar el Arca de la Alianza. Él, es ejecutor y no tiene ningún problema en ejercer como tal y acarrear con sus drásticas consecuencias. En el Nuevo Testamento la figura de Dios se aleja para actuar a través de intermediarios ya sean ángeles o demonios, y son solo estos los que van a ejecutar ese bien o ese mal, quedando Dios reducido a una figura más abstracta, más intocable, que se expone menos a las acciones que es lo que pretende delegar.

La tradición popular en Jerez llevaba a pensar en Dios como un anciano, en la actualidad proyecta la idea que se tiene de la sociedad. El jerezano construye su imagen de Dios en función de su personalidad, de sus tendencias políticas. Más que parecerse ellos a Dios, hacen que Dios se parezca a ellos. Entre los jerezanos hay una gran diferencia significativa entre los que son políticamente progresistas (izquierdas) y los conservadores o de derechas, políticamente hablando. Para los primeros conciben la idea de Dios como más femenina, más amorosa y con rasgos no necesariamente caucásicos. Los conservadores, por el contrario: más autoritaria, poderosa y caucásica. Si tratamos a los más jóvenes creen en un Dios no necesariamente anciano, tampoco que tenga rasgos masculinos o femeninos, se decantan por una neutralidad. Lo que en verdad le importa al creyente jerezano en su relación con Dios, es que le sean escuchadas sus suplicas; le da igual lo que sea o a que religión pertenezca. Cuando se vuelve a su divinidad es para pedir algo, lo que pretende es que le escuchen, esto implica un antropomorfismo de Dios.

La gran mayoría de los jerezanos creyentes, imaginan a Dios, un Dios cercano, sea como sea, un Dios con el que puedan tener una relación directa, esto es la esencia. También es cierto que para otras personas en Jerez de la Frontera, Dios es un concepto abstracto. No faltan los que piensan en ese Dios como una energía o como ley del universo que parte de una dinámica de fuerzas, flujos repetitivos en el tiempo en la que la figura de un Dios, como tal, no es necesaria.