Quien trata de interpretar la Semana Santa jerezana, exclusivamente desde una visión religiosa, no comprende nada.
<<PRIMERA PARTE>>
VÍA CRUCIS
Caballero Bonald nos dice: «Los que nunca se equivocan, los que van por la vida seguros de todo, no son más que imbéciles disfrazados».
El ritual es algo ya hecho, casi estereotipado, que se repite y se espera cada año, donde las normas, objetos, procesos y roles están perfectamente fijados y predeterminados, y que hay que seguir y obedecer con exactitud. La unidad fundamental del ritual social global se encuentra en la procesión.
Muchos peregrinos no podían ir a Tierra Santa, ya sea por la distancia y difíciles comunicaciones, ya sea por las invasiones de los musulmanes que por siglos dominaron esas tierras y perseguían a los cristianos. Así creció la necesidad de representar la Tierra Santa en otros lugares más asequibles e ir a ellos en peregrinación.
La expresión latina «Vía Crucis» significa «camino de la Cruz», es decir, el que recorrió Cristo durante su Pasión, se entiende como una forma de oración acompañada de meditación sobre los acontecimientos ocurridos en ese camino.
El objetivo de estas representación es invitar a los fieles a realizar dos peregrinajes: el primero un recorrido por los lugares por los que caminó Jesús en sus últimas horas, el segundo, un viaje espiritual por las emociones que experimentó en esos momentos.
El Vía Crucis, para muchos jerezanos, es un ejercicio de piedad lleno de contenido y de cariño agradecido. Consiste en seguir espiritualmente este mismo trayecto, deteniéndose ante 14 escenas o estaciones para meditar los sufrimientos de Jesucristo y unirse interiormente con Él.
El Vía Crucis en Jerez de la Frontera, puede ser una singular forma de ‘turismo negro’ (viaje que tiene por destino sitios de padecimiento) pero también posee un recorrido luminoso, un periplo real y espiritual a la vez.
Ver la Semana Santa en Jerez, nos hace comprender que la tradición debe ser entendida de forma dinámica, ya que estructura el orden vital, laboral y social de los colectivos que la celebran.
La emoción puede surgir en sitios inesperados, en eso consiste la magia de esta fiesta, pero hay que estar abiertos a que esto se produzca.
<<CONTINUARÁ>>