Miguel Ángel Segura Rodríguez, es un pintor jerezano, que además de tener lengua muy afilada, se tira de vez en cuando al ruedo para marcarse una “caricatura” del mundo que le rodea con gran tino.
Observando la caricatura de Segura Rodríguez, hecha a Luis Arriaza (El Tabanco, Plaza Rivero), pienso que a inicios del siglo XX, se decía que si hay en el Arte un aspecto que camina paralelo a la historia y muchas veces la adelanta, la modifica, influye sobre ella, moldeándola a su antojo e imponiendo a lo más alto la voluntad nacida de lo más bajo, este aspecto es la caricatura.
Es un Arte, de tal modo sutil y preciso, agudo y profundo, reflejo de los momentos coetáneos, con una exactitud, con un «instinto histórico» y una » conciencia instintiva» de lo venidero, que, a su lado, cualesquiera de las demás artes se empequeñecen.
La caricatura es consuelo y es azote. Otorga el sano impulso de la risa o deja en el espíritu el escozor del despecho; pero tal como es: galante, social, satírica, poética cruel o bondadosa, ejerce una indudable presión sobre los hechos y las ideas más respetables.

FUENTES: J. Francés, Segura Rodríguez. El Tabanco, otros.