Una noche sin plan, déjate llevar por tus pasos y atrévete a recorrer Jerez de la Frontera de una forma diferente visitando los lugares más misteriosos, intrigantes y terroríficos. Comprueba por ti mismo qué se siente en esos sitios que han originado leyendas y hechos paranormales.
La ruta del misterio jerezana nos conduce hasta la Plaza Rivero, las piedras de sus casas cuentan relatos ancestrales que logran ponernos la carne de gallina. Gritos, susurros y sollozos se escuchan en las noches más oscuras junto a las antiguas edificaciones. «Sombras que desaparecen ante la mirada de los huéspedes en los hoteles». «Los perros se niegan a pasar por la zona, quedándose quietos y tirando de su amo para ir en otra dirección».
Los palacetes de la jerezana Plaza Rivero, esconden entre sus muros trágicas historias de amor y escalofriantes testimonios sobre espectros que deambulan por los pasillos y habitaciones.
Tras la puerta de Sevilla se abre la plaza Rafael Rivero, uno de los más bellos rincones del casco histórico de la ciudad, destacando por su tipismo callejero y sus palacios, suponiendo un ensanche del laberíntico entramado del barrio de San Marcos y el de San Dionisio. Ambos barrios se abren a esta Puerta de Sevilla, siendo su cauce natural la calle Tornería que la enfila para unirla a la calle Sedería y plaza Plateros, núcleo económico de la ciudad musulmana y en donde se levantaba su importante alhóndiga. La plaza de Rafael Rivero es uno de los enclaves más enigmáticos y con mayor riqueza artística de la morfología urbana de Jerez.
En la Plaza Rivero, y en la casa donde tuvo por tiempo corto su sede el Casino, «un espíritu se lamenta amargamente, desapareciendo si alguien se aproxima y dejando tras de sí una estela de sollozos». «En su patio interior se ve pasar una mujer vestida con traje de época y sombrero». «Junto a los espectros, se escucha al caer la noche un sinfín de sonidos de animales y una música extraña».
Personal de hostelería de la plaza, confirma «haber visto los visillos corridos, el saltar de las alarmas y los de seguridad que no se atreven a entrar a la Casa Palacio de los Pérez Luna».
Más de una persona afirma «haber sentido una presencia extraña». También cuentan: «haber visto una especie de niebla con forma de mujer flotando en el aire, recorriendo los pasillos durante la noche».
Se dice que este ha sido de siempre, un lugar con demasiada actividad paranormal desde que se tiene memoria de ello. Y las personas narran los numerosos encuentros con fantasmas, apariciones y almas en pena.